jueves, 5 de febrero de 2009

Revolutionary Road.


Ví esta película ayer y me quedé pensando en ella un buen rato pero hoy ya se me había olvidado. Lo que más pensé es que Leonardo DiCaprio ha crecido desde Titanic, pero también pensé en lo terrible de la película, dos personas, convencidas de que se quieren o algo parecido, se embarcan en un proyecto matrimonial que está lleno de fracaso pero no es que su enlace fracasara, sino que, creo yo, la institución llamada "matrimonio" es medio un fracaso, es una esclavitud, una certeza, una estática, no sé... me quedé pensando en muchas cosas que ahorita ni sé cómo explicar, pero también pensé en lo terrible que es saber y saber que se sabe. Saber que se es un desastre, saber que la compañía del otro no tiene ningún efecto lindo, saber que uno se aburre, saber que no es lo que uno quiere, saber y ser consciente de este saber es lo que más fastidia, es la vida burlándose de tí, lo tienes pero no es y no es porque nunca fué. Me resultó una película dolorosa, sobretodo en este momento en el que la gente que amé se está quitando su máscara de perfección y me está mostrando la persona que es y me siento tan miserable, porque sé que somos miserables, tú, pobre de tí, notando que eres el que eres y yo, arrastrada como siempre, negándome a concebirte así... qué miseria.

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